La «brecha digital de género» comienza a ser un tema relevante en las agendas de políticas publicas destinadas a la equidad. En la sociedad de la información, inmersos en un contexto de producción y consumo digital, el uso de nuevas tecnologías para el empoderamiento de los colectivos femeninos, las prácticas de comunicación digital, la participación de las mujeres (y la hegemonía masculina) en el desarrollo de software y en puestos de toma de decisión sobre tecnologías, y la violencia de género vehiculizada a través de medios digitales son tópicos cada día más presentes en investigaciones y debates.